Francia 1944. Las fuerzas de ocupación Nazi desplegaban toda su prepotencia y brutalidad. Desde la clandestinidad, la Resistencia se nucleaba en torno a las FFI (Fuerzas Francesas del Interior) para lanzar una guerra de guerrillas contra los invasores. Golpeaban y se retiraban, aunque a veces el trabajo de inteligencia Nazi o la traición misma conspiraban contra ellos. El sábado 19 de agosto de 1944, en Toulouse, la resistencia dio un golpe contra el ejercito usurpador, donde cayeron abatidos varios “partisanos”. Entre ellos un sudamericano, un chileno: Juan Zanelli.
Juan Ernesto Zanelli de Vescovi nació en Iquique en 1906, de padre italiano y madre chilena. Su familia hizo fortuna explotando los yacimientos de nitrato de sodio de aquella región del Norte de Chile, y el joven Juan Ernesto vivió más tarde en Santiago y en Valparaíso.
A temprana edad se trasladó a Europa para estudiar en Suiza, y en 1926, con solo 20 años, pasó a desempeñarse como vice-consul chileno en Niza. Allí y desde su cargo diplomático, comenzó a contactarse con gente de las más altas posiciones, entre los cuales había varios automovilistas amateurs, asiduos asistentes a la agencia Bugatti que poseía el ex piloto Ernest Friderich.
Así Zanelli se fue codeando con el mundo de las carreras. Poco después trabó amistad con Pierre de Vizcaya (conspicuo piloto Bugatti) y su hermano, quienes a su vez unos años más tarde le presentaron al marqués Pateras de Pescara (constructor de los Nacional Pescara)
Alguna información dice que Juan Zanelli debutó como piloto ya en 1926 a bordo de un Fiat; pero lo seguro en la historia es que en setiembre de 1928 le compró una Bugatti Type 35 a De Vizcaya para estrenarla el 31 de Marzo de 1929 en el “Grand Prix du Conseil Général de l'Automobile Club d'Antibes”, terminando 2º tras el Bugatti de Étancelin.
Después fue octavo en el circuito de Alejandría y segundo en el “Grand Prix de la Marne” (circuito de Reims-Gueux), detrás de Philippe Etancelin y delante de Marcel Lehoux.
El 2 de junio de 1929 logró imponerse en el Grand Prix Bugatti en Le Mans, recibiendo como premio una flamante Bugatti. Ese año llegó también a encabezar el Grand Prix del ACF en Le Mans, que finalmente ganó “Williams”.
La suerte no lo acompañó en el “VII Gran Premio de San Sebastián/Copa de las Naciones 1929”. El 25 de julio, Zanelli partió con la Bugatti nº 4 desde la primera fila, que compartía con "Georges Philippe" (nº 2) y con Louis Chiron (nº 1). Tras haberse pasado varias veces los tres, al término de la 1ª vuelta Zanelli marchaba 3º. Era 2º en la 2ª y llegó a tomar la vanguardia entre las vueltas 4ª y 7ª, bajo un tremendo chaparrón. Hasta que, en franca lucha con "Philippe" por la primera plaza, derrapó e hizo cuatro trompos, rompiendo la suspensión delantera en el trance. Consiguió llegar a los boxes, sin embargo, y le pidió a Foresti su Bugatti nº 5. Pudo continuar pero, a su vez, este auto también defeccionó para detener su carrera en la vuelta 25ª. La prueba fue para Chiron, seguido de "Philippe"/Bouriat, Lehoux, Dreyfus y Bourlier.
Habiendo completado con buen suceso esa primera temporada, para 1930 le compró una Bugatti 35 C al barón Philippe de Rotschild, con la que triunfó nuevamente en Le Mans (en la Fórmula Consumo), por delante de Fourny y Hellé Nice.
Ostentando el nº 14 en su Bugatti Type 35B, Juan Zanelli se mantuvo en 4ª posición durante los primeros tramos del “Grand Prix de Mónaco” 1930 (detrás de Chiron, Bouriat y Dreyfus) promediada la prueba se mantenía porfiadamente en el mismo puesto (siguiendo a Chiron, Dreyfus y Bouriat, y delante de Zehender), aunque, por desgracia, se vio obligado al abandono poco antes del final. A lo largo del año fue 3º en el Grand Prix del ACF disputado en Pau (detrás de Étancelin y Birkin), 2º en el Circuito de Alessandria y Bordino, cediendo sólo ante el as de ases Achille Varzi (Alfa Romeo), y 1º en la “Course de Côte Gometz-le-Châtel”, el 26 de Octubre de 1930.
También se inscribió Juan en las “24 Horas de Le Mans” con un Nacional Pescara, pero finalmente no largó. En el “VIII Gran Premio de San Sebastián” (5 de Octubre) efectuó una remontada memorable (6º en la 1ª vuelta, 4º en la 4ª, 3º en la 15ª) y llega a ser 2º en la vuelta 24ª, detrás de la Maserati nº 8 de Varzi. Aunque, enseguida, su Bugatti nº 19 se salió en la Curva Recalde para estrellarse contra un poste de telefonía. Juan salió ileso de puro milagro, pero una rueda despedida del biplaza alcanzó a una espectadora, dejándola en estado muy grave.
La “Carrera de Trepada de La Rabassada” (cercana a Barcelona), de 4,9 Km de desarrollo, era una prueba más que interesante, aunque le costó ganar prestigio internacional. En 1929, el vencedor absoluto fue el piloto local Guillermo Oliveras de la Riva (Bugatti 2,0 ); pero a partir de la VIII ediciòn, la de 1930, la organizadora Peña Rhin hizo un esfuerzo por internacionalizarla, aunque el vencedor ese año fuera otro piloto local: Esteban Tort (con Alfa Romeo, a 73,81 Km/h). Por fin, en 1931 y con el campeonato de Europa de Montaña en juego, el promedio subió gracias al maestro Rudi Caracciola (con Mercedes Benz SSK 7,1 a 78,25 Km/h) y los puntos del campeonato fueron para la marca Nacional Pescara, con Tort 2º absoluto y Zanelli 3º .
Zanelli se tomó el automovilismo bastante en serio, llegando a ser un notable gentleman driver con dedicación de profesional. En 1931, compitiendo contra volantes de la talla de Rudi Caracciola, Heinrich-Joachim VonMorgen, Hans Stuck o Albert Divo, triunfó en el “I Campeonato de Europa de Montaña” cuando era piloto oficial de la marca española Nacional Pescara junto con Esteban Tort (que fue 2º en el campeonato). En el “KesselBerg”, el tiempo de Zanelli (4 mn 0,4 s) resultó 3 segundos largos mejor que el de Carach, lo que demuestra que Zanelli era un gran corredor. Hay que señalar que el reglamento del campeonato favorecía a los pilotos oficiales. (Caracciola, que no era formalmente piloto oficial de Mercedes-Benz, presentándose como privado, ganó aquel año más pruebas que Zanelli o Tort.)
En el “Grand Prix de Mónaco” de 1932; Zanelli no consiguió calificar un Nacional Pescara, y su actividad decreció un tanto a partir de entonces; aunque retornó a su especialidad, las carreras de trepadas (con Alfa Romeo y de nuevo con Nacional Pescara): en la carrera en “Cuesta de Val de Cuech” de 1933 fue 2º, venciendo en Les Alpilles y Mont Faron 1934. En “La Turbie” sería 2º en 1933 y 1934, y 3º en 1935. Esta última temporada ganó en su categoría las trepadas de “KesselBerg” y “Val de Cuech”, de nuevo con Nacional Pescara.
Juan Zanelli le compró a Raymond Sommer el sport Alfa Romeo Monza 8c 2.300 con el que El Jabalí de Las Ardenas había ganado las 24 Horas de Le Mans 1932, lo transformó en un racer y con él acabó 6º en la “V 500 Miles Race del BRDC” 1933 (a 153,1 Km/h de media sobre el autódromo de Brooklands) y 8º en el “GP de Túnez”.
El “IV Gran Premio Penya Rhin” de 1933 lo vio vencer sobre el selectivo trazado de la colina barcelonesa de Montjuich, a 95,1 Km/h, aventajando a Vasco Sameiro, Marcel Lehoux, Joaquín Palacio y Tazio Nuvolari. Se toma este como el primer triunfo de un latinoamericano en un Grand Prix oficial, válido por un campeonato del mundo
El año siguiente corrió la misma prueba Penya Rhin de Montjuich con el mismo Monza pasado a 2.600 cm3, pero esta vez quedó 4º (detrás de Varzi, Chiron y Lehoux, y ante Palacio, Brunet y DeVillapadierna). En Albi fue 5º.
En 1935 disputó el “GrandPrix de Pau” (que ganó Nuvolari, seguido de Dreyfus y Soffietti), el de Túnez y del Eifel, aunque sin resultados; en 1936 utilizó un Maserati V8 RI de la Scuderia Torino (fue 10º en la “X ADAC EifelRennen”) y otro Maserati 8CM de la Escudería Villapadierna. Poco después “colgó el casco”
JUAN ZANELLI: Piloto oficial Nacional Pescara
En varios pasajes de esta nota hice mención a Nacional Pescara y la relación de Juan Zanelli con ella, por lo que cabe hacer una breve reseña de esta marca española.
Raúl Pateras Pescara de Castelluccio nació en Buenos Aires en 1890 y falleció en París en el año 1966. Marqués de Pateras-Pescara, vivió su adolescencia en Argentina y estudió en Francia. Fue abogado en Italia, y en 1911 inventó un hidroavión lanzatorpedos. Más tarde, en España se dedicó a los helicópteros y a los automóviles. Este gran inventor, fue también el creador del llamado "Motor de pistón libre Pescara".
En 1929, fundó en Barcelona la “Fábrica Nacional de Automóviles”, con la colaboración del ingeniero italiano Moglia y el patrocinio de la Familia Real Española.
Raúl Pateras atrajo a fuerza de mucho dinero a los técnicos más destacados de la época. De Hispano Suiza provino mucho del personal calificado que trabajó para la fábrica de Pateras.
El objetivo era la construcción de cuatro diferentes chasis, uno de carácter económico, con motor de 4 cilindros, otro de 6 cilindros y dos versiones de un 8 cilindros en línea. Tal vez por razones de publicidad se optó por empezar la construcción por el diseño más sofisticado.
En 1929 se presentó el primer automóvil. Se trataba de un modelo torpedo con un motor de 8 cilindros en línea, con doble arbol de levas en cabeza, y en el que 2960/2948 cc desarrollaban una potencia de 80 cv a 4200 rpm.. Disponía de dos marchas: en primera llegaba hasta los 65 km/h., y en segunda hasta los 125 km/h.
En 1931 el Nacional Pescara logra excelentes resultados en el campeonato europeo de montaña con Juan Zanelli y Esteban Tort como pilotos y es asiduo concurrente en la mayoría de las competencias, tanto en España como en otros paises de Europa. Esto le valió obtener el Campeonato de Europa de Montaña en ese año de 1931. Además, a lo largo de los años treinta este coche siguió corriendo y logrando numerosos triunfos.
Alberto Guerrero
Zanelli largando en Walsh 1931
lunes, 16 de noviembre de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario